Hanami | Una carta de Patricia Benito
Hanami | Una carta de Patricia Benito
#Hanami 21 | Entre viñedos
10
0:00
-11:26

#Hanami 21 | Entre viñedos

Dónde buscar cuando no te encuentra
10

¿Dónde buscar cuando no te encuentras? Ni idea. Lo cierto es que no hay una respuesta correcta ni definitiva; no hay una verdad absoluta. Aunque si eres de las personas que intentan ver el vaso medio lleno, te diré que en realidad hay muchas soluciones a este enigma, un catálogo bastante amplio de posibilidades por las que empezar.

También te diré que solo hay una manera de llegar al lugar exacto de este Santo Grial: la depurada técnica del ensayo y el error. Probar cuál es la combinación adecuada de ingredientes que te ayude a conseguir la receta perfecta. Tirar de Quimicefa emocional y observar qué pasa cuando añades y quitas elementos.

No iba a mandar esta carta, pero es que veo a tanta gente perdida, que quería dejar aquí mis descubrimientos de estos meses, lo que a mí me ha servido para sentirme mejor. Sé que somos muy diferentes y que llevamos vidas distintas. También sé que es posible que lo que me sirva mí no te sirva a ti, pero lo cuento por si acaso alguien encuentra entre estas líneas una lucecita que le ayude a cambiar lo que no le gusta.

Empezamos:

  1. Escucharse: esto es lo más básico y lo que te va a permitir que no vayas a ciegas. Por mucho que no tengamos claro a dónde queremos llegar, siempre será mejor haber descartado algunas opciones y descargado la mochila de pesos innecesarios. Así que lo primero que te recomiendo es que te sientes a hacer una lista de lo que quieres eliminar de tu vida y lo que quieres mantener o potenciar. Yo necesitaba orden, cuidarme y esconderme. Y por ahí empecé.

  2. Madrugar: siempre he sido una persona nocturna. La mayor parte de mi vida he trabajado de noche y nunca he tenido que levantarme demasiado pronto. En cierta forma, ese horario me hacía sentirme un poco aislada. Y cansada. Cuando llegué al pueblito lo primero que quería modificar era esto, así que empecé a levantarme a las 7 a.m., o incluso antes. Una gran idea aunque no suene de lo más apetecible.

  3. Pasear: el plan inicial era hacer deporte, pero eso no llegó hasta después. Cada mañana, nada más levantarme, me ponía mi chándal y salía a caminar por el Camino de Santiago. Este tema da para una carta entera, así que lo explicaré con más detalle en otro momento. Es importante decir que el paseo de un par de horas por los viñedos era sin móvil y sin ningún contacto con el exterior. Sin duda, uno de los mayores aciertos.

  4. En modo avión: como ya he hablado otras veces de mi relación con las redes sociales y lo que me estaban afectando, decidí desconectar todo lo posible. Quitaba el internet del teléfono antes de irme a la cama y no volvía a encenderlo hasta que regresaba del paseo al día siguiente: ni Whatsapp, ni noticias, ni redes. Al menos 12 horas viviendo mi presente. Mi estado de ánimo no dependía de lo que leía nada más despertarme, sino de mi paseo matutino y mis conversaciones con los caminantes.

  5. Alimentación sana: nunca me he cuidado mucho en este sentido. Ya sabemos lo que es una alimentación sana, así que no os voy a explicar nada. Solo os diré que ponerme como prioridad y darle mimos a mi cuerpo me cambió en muchos sentidos. En mi caso, fui a una doctora que me ayudó un montón. Ponerme horarios de comida y pensar cada mañana qué tenía que comer o comprar se convirtió en una rutina necesaria.

  6. Organización: mi lado creativo es un desastre y el otro también. Así que me dediqué a aprender a organizarme, especialmente en la parte laboral. Hice cursos de productividad, me zampé un millón de videotutoriales de programas de todo tipo y probé diferentes sistemas de trabajo. He mejorado mucho en esto. Si queréis saber más sobre esta parte, me lo decís porque aquí hay muchos puntos dentro de este punto.

  7. Escribir: en mitad de un bloqueo creativo horrible, me puse como deberes escribir un rato cada día. Lo que fuera, aunque no tuviera sentido. Solo dejarme llevar sin pensar demasiado. Esto es algo que no salió muy bien, pero tampoco me hizo mal. Tal vez a ti te sirva más. Y te aseguro que no hace falta ser escritor o escribir bien para que sea una buena herramienta para conocerte.

  8. La regla de los cinco segundos: si hay alguna tarea que puedas hacer en menos de cinco segundo, hazla en el momento: colocar un vaso, contestar un mensaje o guardar un pantalón. Todo cosas buenas trae esta regla.

Esto no es todo lo que hice, pero sí son algunos de los cambios que más me ayudaron a acercarme un poco al lugar en el que quería estar. Todavía queda trabajo y —como todo— está repleto de altibajos, pero sé que estoy en el camino correcto y estoy tan feliz que me atrevo a escribir esta carta deseando que os pueda ayudar.

Entonces, ¿qué? ¿Alguien se anima a empezar con cambios mañana?

Tal vez pensar qué os gustaría mejorar —o mantener— ya es un buen ejercicio para esta semana. No lo sé, yo ahí lo dejo 🤓.


A menudo me daba la impresión de vivir aquella pasión de la misma manera que habría escrito un libro: sintiendo la misma necesidad de resolver con éxito todas las escenas, y el mismo afán de cuidar todos los detalles. Y hasta se me ocurría que me daría igual morir tras llegar al fin de esta pasión —sin otorgarle un significado preciso a «al fin de»—, como podría morirme tras haber acabado de escribir esto dentro de unos meses.

Sin embargo, decidí ponerme a escribir para permanecer en aquel tiempo en el que todo tendía hacia lo mismo, desde la elección de una película a la de un pintalabios, hacia alguien. El pretérito imperfecto que he utilizado de manera espontánea desde las primeras líneas corresponde a un tiempo que yo no deseaba que acabara, el de «en aquel entonces la vida era hermosa», el de una repetición eterna. Así también producía un dolor que sustituía la espera de antes, la de las llamadas telefónicas y las citas. (Todavía ahora, releer las primeras páginas me produce casi el mismo dolor que mirar o tocar el albornoz que se ponía en mi casa y que se quitaba cuando llegaba el momento de vestirse de nuevo para marcharse. La diferencia está en que estas páginas tendrán siempre algún sentido para mí, y tal vez para otros, mientras que el albornoz —que ya solo tiene sentido para mí— algún día ya no significará nada y lo meteré en un paquete de ropa vieja. Al escribir esto, tengo que tratar de poner a salvo también el albornoz.)

- Pura Pasión, Annie Ernaux


Os recuerdo que por ser suscriptores de pago, formáis parte de mi bandita de «Mejores Amigos» de Instagram. Si no me habéis dado vuestro usuario de IG, rellenad el formulario que os dejo aquí. Si ya lo habéis hecho, deberíais tener un story en verde esperando.

Rellenar formulario VIP


Creo que la parte que más me cuesta hacer de estas cartas es el final, la manera de despedirme. Lo único que me sale es dar las gracias todo el rato, pero no quiero ser repetitiva o que parezca que lo hago por inercia, así que si en alguno de estos Hanamis ves que no las doy, ni se te ocurra pensar que no me siento constantemente la persona más afortunada del mundo.

InstagramFacebookTwitter | YouTubeSpotify | TikTok | Telegram | Web

Discusión sobre este episodio

Avatar de User