![](https://substackcdn.com/image/fetch/w_1456,c_limit,f_auto,q_auto:good,fl_progressive:steep/https%3A%2F%2Fsubstack-post-media.s3.amazonaws.com%2Fpublic%2Fimages%2F7c1d3ae4-ebee-452f-9c31-88b1a3202a64_1284x2282.jpeg)
He vuelto. O algo parecido. Llevo con una carta a medio escribir desde hace unas semanas y hoy, que me he despertado muy pronto, he decidido empezar otra. Se me quedan antiguos los pensamientos en cuanto pasa un rato y ya no le veo sentido a compartirlos. Los sentimientos, como la vida y la lechuga, mejor siempre frescos.
Os echo de menos: ese es el titular más importante de todo lo que pueda contar hoy. Echo de menos escribir aquí, echo de menos el rato solitario de sentarme en una cafetería, en un tren o en mi habitación a analizar lo que tengo en la cabeza, echo de menos imaginaros mientras me leéis, echo de menos casi todo lo que tiene que ver con este Hanami.
Y, aun así, aun echándolo de menos, aun queriendo mucho este lugar, me sigue costando retomar estas cartas. Creo que es porque hubo un momento en las que las empecé a ver como un trabajo, con las obligaciones que eso conlleva, y se me empezaron a hacer cuesta arriba. Nunca fui un ser demasiado propenso a las ataduras, no parece mejorar con el tiempo.
Pienso, a raíz de esto, en esas frases reincidentes como la de «el amor puede con todo» y vuelvo a reafirmarme en que lo poco cierta que es. ¿Tiene que ver el amor con el ser capaz? Puede ser: pocas fuerzas hay más potentes que el amor —al menos de las emociones del lado bueno—, pero darle una categoría de mágica, salvadora o indestructible solo sirve para atarnos a cosas tal vez imposibles. Quedarnos en un sitio en el que llueve porque tal vez pronto deje de hacerlo es posiblemente uno de los errores más repetidos. Ponerse a cubierto mientras asoma el rayito de luz, la decisión más sabia. No siempre, no en todas las historias, ya lo sabemos, pero retirarnos a pensar no suele traer cosas malas. Y en este caso, me alegro de haber parado estas cartas.
Vuelvo, y lo hago contenta, llevo unas semanas con el rayito de luz sobre mi cabeza. Pero también he decidido que lo haré de una forma diferente. Escribiré, os iré contando cosas siempre que me apetezca: no habrá calendarios, ni obligaciones, ni plantillas. Tal vez escriba pequeñas cartas muchas veces o una sola cuando la ocasión lo merezca. Tal vez siga haciéndolo cada mañana de domingo o puede que os llene el buzón de pequeñas pildoritas de cosas bellas los días impares. Qué se yo. Veremos. Como en todo, dejaremos que la vida se vaya recolocando como buenamente pueda. Nos acompañaremos, que para eso estamos aquí.
Antes de irme, quería daros las gracias por la espera y la paciencia, aún me cuesta creerme la cantidad de buena gente que hay en este lugar. Me siento muy afortunada por eso.
Volveremos a leernos pronto, pero, mientras, contadme cómo estáis.
Mis libros | IG | Spotify
P.D. Ya sabéis que siempre que dejo de escribir estas cartas, pauso la suscripción de pago pero, si queréis daros de baja, lo podéis hacer desde algún botón que sale al final. Si no lo encontráis, decídmelo y lo buscamos juntas.
P.D. A quienes seguís apoyando el proyecto, G R A C I A S.
Es una alegría leerte, se añoran los Hanami. Pero entiendo muy bien lo que dices de las obligaciones, creo firmemente que deben ser las justas. Y estás líneas son algo libre, si cuesta no mola. Encantada de leerte, sea cuando sea.
Un fuerte abrazo 😘
Seguiremos acompañándonos , que para eso estamos aquí ❤️gracias por tanta autenticidad en un mundo lleno de compromisos