Me preguntaban el otro día en una entrevista que a qué le tenía miedo. Mi respuesta fue tan rápida y contundente que hasta yo me asusté: a nada. ¿Pero qué dices, almadecántaro? Dale una vuelta a eso. Ojalá tener a veces esa vocecilla que te susurra al oído cuando tomas prestada una personalidad ajena.
No mentía, lo juro. En ese momento, maquillada como una diosa, con un vestido espectacular, con un equipo maravilloso alrededor y con una persona a la que adoro hablándome sobre un libro que pensaba que nunca lograría escribir, me creía —cuanto menos— invencible.
Es verdad que habíamos estado hablando de los retos, de los cambios de vida, de atreverse o no atreverse, de las equivocaciones, de reinventarse cuando las cosas se tuercen y de un montón de caminos que se acaban pero, sobre todo, de caminos que empiezan y, mira, de esos yo voy servida. Así que sí, se podría decir que no le tengo miedo a nada porque sé que, de alguna forma, acabo saliendo adelante.
Siempre he pensado que según nos vamos haciendo mayores vamos cogiendo miedos porque somos más conscientes de los peligros. Lo que no había pensado nunca es que, un poco más adelante, los vas perdiendo porque vas reduciendo tu lista de imprescindibles. Esa lista de cosas —que rara vez son cosas— sin las que no podrías vivir, va menguando a ritmo de bolero de Luis Miguel.
Eso no quiere decir que cada vez te conformes con menos, sino que cada vez te conformas mejor. La mochila con el peso justo. A ser sabia se aprende jugando —muchas veces perdiendo—, pero eso ya no se olvida nunca.
Empecé a pensar en esto del miedo porque pronto voy a dar un salto, que tal vez parezca chiquito, pero es un tremendo rascacielos para una persona con vértigo como yo.
🎭 El día 22 de de abril daré por primera vez un recital de poesía. He recitado otras veces, pero siempre ha sido por algo benéfico o cortito o por presentaciones o porque me lo ha pedido algún amigo. Pero, sinceramente, no pensé que nunca me atrevería a hacerlo así, como las estrellas del rock.
Será en el Teatro Romea de Barcelona la víspera de Sant Jordi 🌹 y me voy a dejar la vida para que sea una tarde preciosa e inolvidable. Aunque estemos allí cuatro personas.
Os lo cuento bajito porque aún no se ha anunciado, pero es que me hacía mucha ilusión que este cuartito en el que vivimos fuera el primero en enterarse.
Sé que voy a soñar con teatros vacíos hasta que llegue el día del evento, pero lo que no os he contado del miedo y de mí, es que ya nunca dejo de hacer nada porque él me acompañe.
Os quiero mucho.
Ojalá queráis venir.
Mis libros | IG | Spotify | Telegram
P.D. 🎟️ Si conocéis a alguien que creáis que quiera venir, por favor, contádselo.
P.D. 🚅 El recital será de 7 a 8 de la tarde. Si no vivís en Barcelona, tal vez podéis ir y volver el mismo día.
P.D. 📚 Sant Jordi es el día más especial del año en Barcelona, está todo lleno de rosas, libros y gente en las calles. Una escapada allí esos días es un plan fantástico (vengáis al teatro o no).
P.D. 🙃 Qué nervios, amigas. Que paséis buen día.
Enhorabuena, yo no conozco Barcelona ,ganas de verte en Madrid o en algún lugar
Me pasa como a ti cuando me hacen esa pregunta. Parece que sea obligatorio tener miedos que te impiden seguir adelante en vez de darles la importancia que realmente merecen (ninguna) y salir adelante. Me ha gustado mucho tu valiente respuesta y te mando por aquí mis mejores deseos para que disfrutes mucho del recital. Irá muy bien. No tengo evidencias, pero tampoco dudas.